El
origen de este espacio de expresión cultural, se da ante un escenario en el que
México atravesaba por cambios y resistencias en aspectos políticos, económicos,
culturales y sociales. Debemos recordar que para 1980,
aún se mantenían presentes y abiertas las heridas que habían dejado las
represiones del movimiento estudiantil de 1968, el cual culminó con la matanza en
Tlatelolco; y las del Jueves de Corpus o
Halconazo de 197, donde murió una gran cantidad de jóvenes.
Por
otra parte, las cuestiones culturales como el Festival de Rock y Ruedas Avándaro
significaba una creciente muestra de que los jóvenes de esa época buscaban opciones
para manifestar y reflejar sus gustos, ideologías y posiciones; ante un país y
una sociedad que se caracterizaron por ser intolerantes, conservadores, y
sumamente prohibitivos.
Los
efectos de cada uno de los eventos referidos, resultaron ser los detonantes
perfectos para que los jóvenes de esa entonces comenzaran a crear espacios
alternos donde pudieran obtener música y demás objetos que hasta esa entonces
se mantenían censurados.
Es
así como a principios de 1980, un pequeño grupo de jóvenes se reunió para
intercambiar discos de rock frente al Museo del Chopo; ya para Octubre de ese
mismo año, surge en la Ciudad de México el primer “Tianguis de Publicaciones
Culturales y Discos” ubicado dentro de dicho museo, de ahí que años después
tomará su nombre actual.
Sin
embargo, a pesar del éxito que denotó el tianguis desde sus inicios debido a la
gran asistencia sábado a sábado de los jóvenes para llevar a cabo exitosos
trueques, éste proyecto cumplió su período para el Museo; no así para los
jóvenes que ya habían encontrado y afirmado un punto de reunión y expresión sin
igual.
Los vendedores,
jóvenes y público interesado siguieron fieles a la idea de seguir conservando
un proyecto así; por ello decidieron instalarse en la calle para seguir
intercambiando productos.
Muchos
aseguran que ya en la vía pública todo se tornó más libre, y lo que había
iniciado como una reunión rockera reducida, pronto empezó a multiplicarse año
con año hasta convertirse en un lugar de esparcimiento y trueque; donde ya no
sólo existían los discos de rock, también de progresivo, blues, metal y reggae;
libros, ropa y demás productos. Todo bajo un ambiente donde se mezclaba la
cerveza y la música en vivo, pronto el tianguis se ganó la calle y después de
tantas ubicaciones éste se consolidó como “Tianguis Cultural del Chopo”.
Es
evidente la evolución del tianguis en múltiples sentidos; se han dado al paso
del tiempo diversas divisiones entre los que constituyen el tianguis, ya sea
por razones ideológicas, intereses comerciales e incluso por la brecha
generacional de quienes emprendieron el Chopo y los que después aparecieron.
Hoy
en día el tianguis se ha distinguido por ser aún más complejo, su estructura y
significado ha ido fortaleciéndose, tanto que hasta cierto punto ha logrado desarrollarse
lejos del acoso del barrio y las autoridades de una zona caracterizada por ser
conflictiva.
Empero,
la verdadera importancia del Tianguis Cultural del Chopo radica en que al paso
de muchos años que tiene de vida, aunado a las diversas discrepancias que han
tenido que sobrellevar, se ha tratado de conservar, defender y manifestar el
rostro cultural con el que surgió con fines a no caer en clasificaciones
meramente comerciales.
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