Pareciera
ser que a primera vista, el tianguis del chopo ubicado en Buenavista, sólo
representa entre sus visitantes y entre los vendedores mecanismos de relaciones sociales, sin
embargo, ubicarnos en el tianguis del chopo en un sentido analítico, permite
visualizar que existen otras formas de relaciones que remiten en lo económico e
incluso de poder.
Es menester, hacer énfasis que el tianguis del
chopo es un espacio donde se reúnen los jóvenes los días sábados, para comprar
ropa, zapatos, libros, accesorios, música, y por supuesto, para intercambiar
ideas mediante diálogos y foros de discusión de los temas de interés de los
mismos jóvenes, que trasciende en reflexionar que los jóvenes están interesados
en los problemáticas existentes en el país, así como, en temas de cultura,
literatura, arte y música.
El
escenario que describe las relaciones sociales dentro del tianguis del chopo se
caracteriza por los grupos que forman los jóvenes visitantes (en su mayoría, ya
que de igual manera, podemos encontrar personas adultas, que visitan el
tianguis cultural del chopo), por otro lado, se encuentra las relaciones
sociales entre los vendedores.
El
primero de ellos, son los jóvenes visitantes,
los principales actores que desenvuelven las relaciones sociales dentro
del chopo, donde se construye una visión de lo que significa la vida, la
percepción de una forma de hablar, de una manera de convivir, de una forma de
escuchar, y de una postura de opinar. Entre ellos se forman pequeños o grandes
grupos de sus iguales (punks, darketos, rastas, rockabillys, skatos skinheads,
y demás) empero, encontraremos jóvenes que asisten al chopo sin ninguna
preocupación de estar acompañados o bien, de pertenecer a algún grupo urbano.
“Lo que importa es la ideología, no la manera de vestir”. Dijeran o pensarían
algunos chavos.
De
igual manera los visitantes se relacionan con los vendedores, éste último
conforman la esfera de la segunda relación que se puede analizar dentro del
chopo. Los vendedores resultan ser un análisis importante como relación social,
porque éstos se vinculan entre ellos mismos y con los jóvenes que consumen su
producto.
Cabe
hacer énfasis, que en nuestra visita al tianguis encontramos que existe una
jerarquía entre los vendedores, (o eso pareciera ser). Por un lado, se puede
observar que hay vendedores que tienen un pequeño espacio para colocar sus
productos en venta, por otro lado se encuentran los vendedores con un espacio
grande, entre ellos podemos nombrar los locales o como ellos le llamarían las
bodegas y finalmente tenemos a los vendedores que tienen los productos en sus
manos, desde cigarrillos hasta una prenda de vestir, sin olvidar a los
vendedores que se organizan y colocan sus productos en la parte de atrás de sus
coches.
Asimismo,
se puede describir las relaciones de poder que está relacionado con lo
mencionado en las líneas precedentes. De igual manera, dentro de esta relación,
se encuentran los jefes o bien los checadores de los puestos establecidos en el
tianguis. Si bien, estas personas en su mano llevan libretas, se acercan a los puestos
y apuntan algo en ella, es decir, podemos afirmar que existe un control, y tal
vez una cuota por parte de los vendedores, sin afirmar esto último.
Las
relaciones económicas, conlleva el flujo de entrada y salida de las mercancías,
en primera instancia de los productos importados y exportados que se colocan en
venta dentro del chopo, en segunda instancia, radica en la venta de los
productos del chopo a los jóvenes visitantes, asimismo, se puede hacer un
supuesto que existe una renta o una cuota por el espacio tanto de la calle para
colocar los productos, así como el uso de las bodegas para la venta de ropa,
accesorios y zapatos y de los locales especialmente usados para la venta de
comida.
La
experiencia de nuestra visita al tianguis cultura del chopo, resultó ser
enriquecedor como tema de análisis en cuanto las relaciones sociales de los
jóvenes. Sin embargo, es evidente que la construcción de las relaciones de todo
tipo en los jóvenes, se empieza evidenciar desde la llegada al metro
Buenavista, cuando bajas del vagón es notable que entras en un mundo diferente,
la dinámica social es distinta, debido a las imágenes que hacen presencia y
cambian el aspecto monótono de la masa amorfa de gente que camina por el andén.
Aparece la figura de la juventud, resalta por su atuendo fabricado para que
sean observados, justo en el momento en el que dichos atuendos se alejan con rumbo a la salida del metro.
Llegando
al tianguis, los primeros en recibirnos son los voceadores del lugar, aventando
flayers de tocadas al por mayor, recibir sin detenerte a observar bien de que
se tratan. Empero, hay que guardarlos, para después ver si alguno llama nuestra
atención.
Los
primeros puestos son de ropa y artículos skates y como esto está de moda, cualquiera se detiene a ver si encuentra algo
de su agrado. Es notable que es una moda,
cualquier persona puede usar tenis de marca “vans” y ni siquiera saber subirse
a la patineta, así aplica para toda la ropa de este tipo. Eso explica que lo
jóvenes se dejan llevar por el apogeo de las modas, los vendedores se aprovechan de esta situación, donde, invitan
a cualquier persona a “que pregunte, a que vea, a que pase y a que se pruebe”.
Es
notable que existe la ventaja de vender mucho, ya que estos puestos han
acaparado la entrada de una calle y toda una casa de cuatro niveles con un
bar-café en la parte de arriba que les asegura, o al menos les ofrecen los
productos de moda a los jóvenes.
Al
seguir avanzando, entras en la oscuridad y te das cuenta a donde han llegado
todos esos chavos darks que pasaron casi sin voltear a ver a otro lado en la
entrada del tianguis. Puedes acercarte a preguntar puedes incluso platicar con
los vendedores, pero en esta etapa del camino no te puedes dar el lujo de andar
con medias tintas. Los vendedores de artículos góticos portan con orgullo toda
la indumentaria característica del vampirismo y esperan que sus compradores se
identifiquen al igual con la imagen, de la cual ellos son el ejemplo a seguir.
Tatuajes, piercings, literatura y distintivos no son moda pasajera pues estos
vampiros son una comunidad bien definida y no permiten que la mezcla se dé con
facilidad
.
En
el camino nos encontramos con un joven y su motocicleta y le preguntamos sí más
bikers venían a rolar por acá, efectivamente, sólo que a él lo dejaron sólo por
este día, contesto el joven.
Del
lado izquierdo se encontraba, un puesto de libros, una pequeña carpa con
integrantes de un grupo de discusión sobre política, la carpa no estaba vacía
pero tampoco llena, mientras una chica con micrófono invitaba a los transeúntes
a sumarse con su opinión en la jornada informativa.
Llegando
al final se puede encontrar una pequeña plaza de intercambio, donde se
cambiaban cd´s, ropa y algunos artículos de colección, detrás de esto, estaba
un grupo de punks con pequeños puestos, a la izquierda de ellos bolitas de
skates y darketos que a la vez se interrelacionan entre ellos, asimismo
escuchan de lejos la banda que estaba tocando. Frente a este pequeño escenario
se reúnen varios grupos y al parecer hay de todo: metaleros, darketos, skates,
fresas, etc… no se mezclan por lo general, pero nos imaginamos que si la banda
tocaba algo movido se podría armar un buen slam entre los asistentes.
De
salida puedes toparte con algunos dealers que te ofrecen insistentemente, pero
con voz baja: “¿cuánta mota?”, “de a cincuenta los 12 gramos”, pero no hay
problema, sí no estás interesado puedes decirles que no gracias y no te
seguirán ofreciendo.
Finalmente,
cabe decir que los jóvenes que asisten al chopo, se divierten, conviven con sus
pares, se relacionan, consumen lo que les agrada, debaten, ríen. En concretas
palabras, para los jóvenes el tianguis del chopo es un mundo diferente, que los
entiende, y donde pueden resaltar su identidad como lo que son, jóvenes.
De
igual manera, queremos recalcar lo siguiente: El Chopo
en línea como las nuevas formas de relaciones entre los jóvenes.
Las relaciones sociales de todo tipo tienden
hoy en día una extensión digital y las que suceden en él Tianguis Cultural del
Chopo no son la excepción. Como se puede apreciar en las líneas anteriores, al
realizar un breve recorrido por el tianguis se pueden percibir distintos tipos
de interacción entre sus feligreses, sin embargo estas interacciones no se
limitan al espacio físico en que este se encuentra y dado el contexto de la
comunicación digital de la actualidad en la que la población joven se comunica
parece pertinente hacer una pequeña descripción de lo que es quizás lo más
evidente y común en las relaciones sociales contemporáneas: ser llevadas o
acopladas a las redes sociales.
Si usted, pudo llegar a este blog y se encuentra
leyendo esto, probablemente está familiarizado con las redes sociales, más
específicamente con Facebook, entonces podemos comenzar hablando de que lo
verdaderamente rescatable para este pequeño escrito radica en que al navegar
por esta red social a través de los portales oficiales de "El Tianguis
Cultural del Chopo" no se encuentra parecido alguno con las interacciones
comerciales que caracterizan a este afamado lugar, en cambio se percibe una
interacción que parece estar estrictamente relacionada con las distintas
actividades culturales que ahí se realizan y sobre todo con su difusión.
¿A qué viene este contraste? Primeramente
remarcar que la comunidad del El Chopo está haciendo su intento por llevar al
mismo Chopo a los espacios digitales en donde las nuevas generaciones de
jóvenes tienden a comunicarse e interactuar. Después de esto pasamos a la gran
distinción entre la comunidad de El Chopo digital y El Chopo físico,
evidentemente las relaciones de compra y venta se ven limitadas en el mundo digital
de las redes sociales lo que nos lleva a los otros tipo de interacción que son
esos que nacen a partir de la identificación de un individuo con el otro al
momento de interactuar entre sí y que al intercambiar correos, leer flayers que
le interesan que contienen algún link, buscar en Youtube el nombre de una banda
o canción que escuchó en su recorrido por el Chopo, hace que las relaciones que
tienen un origen en el espacio físico; al lado de un puesto de playeras, en una
plática con tu dealer favorito, tomando una bebida refrescante en alguna
banqueta o lugar autorizado; se amolden a las formas digitales de interacción
que ocurren en estos medios de comunicación que son las redes sociales y que se
fortalezcan. Retomando el intento de la
construcción El Chopo por formar parte de las redes sociales, descriptivamente
hablando, al visitar su página "oficial" en Facebook es evidente que es plana y aburrida una vez
más en contraste con espacio real, pero insistiendo, si usted lector está ya
familiarizado con las redes sociales se dará cuenta de que si escudriñamos en
la página la prueba más fehaciente de que El Chopo y sus feligreses se
extienden al mundo digital radica en que el contenido (fotos, videos, eventos,
comentarios y likes) son subidos por colectivos y personas individuales afines
entre sí.